jueves, 21 de abril de 2016

Hermanos de adicción.

Me encanta cómo te consumes entre mis labios; eres delgada, elegante, fina y destructiva; eres como el aroma de una flor en febrero, como una taza de café por la mañana o como mirar el paisaje junto a ella y tener una conversación que cualquiera podría tener, pero que sólo ella y yo supimos versar.

Siempre que un amigo me necesita o yo necesito de un amigo, tú estás con nosotros para ayudarnos en los momentos más dolorosos y sinceros, cuando lloramos por un amor incorrecto pero debido, si cualquiera de nosotros pierde a uno de sus familiares más amados, si el enojo nos consume o si tuvimos un día lleno de estrés; tú siempre nos mantienes compañía y nunca puede haber suficiente de ti.

No siempre es fácil que nos acompañes, pero estás con nosotros, lo estás.

Tan solo 2 años han sido suficientes para tener la seguridad, la penitud y la confianza, de saber que tú nunca abandonas a nadie y si alguien decide dejarte en su pasado, no te manifiestas, no muestras ningún signo de decepción o tristeza, dejas que sigamos con nuestras vidas.
Un año antes ya me habían contado de ti y estuve apunto de creer el milagro que eres pero simplemente no quise hacerlo, aún no. Pero por fin me convencí a causa de problemas familiares, malas calificaciones, falta de identidad, relaciones luz y curiosidad; tambien curiosidad. Siendo sincero, no fuiste nada nuevo, no fuiste como todos te describen: seca, dolorosa y adictiva; no te sentí en mí y por mi mente nunca pasó algúna relación con algo adictivo pero tienes algo que nunca ha cambiado: el poder que siento al encender un cerillo que a la vez se contrarresta por tu sabor, que eres prohibida para mí, que seas una putrefacción para la sociedad, como yo...no lo sé, pero no has cambiado en nada.
Eres demasiado asquerosa, inmunda, despreciable, odiable, pero por eso eres perfecta, porque eres como yo.
Pienso en un número: dos mil, tal vez más.

Me unes con mis hermanos, con la nueva familia. Siempre seremos más, seamos adictos o no, seamos políticos o sacerdotes, limpia parabrisas o empresario, maestro o militar, pareja o amante, siempre seremos odiamos y excluidos pero nos hicieron un favor: nos alejaron de ellos y ellos así lo quisieron, nosotros ni nos dimos cuenta. Algunos fingen no ser como tú pero de verdad son como nostros.

Tengo dos nuevos hermanos, especiales sin duda y sin mayor explicación. La mayor prueba de que son mis hermanos es, que compartimos la misma adicción.


RORMKIRCDOHAAUD

1 comentario:

  1. Me gusto que tienes edge tipo de amistades, estos amigos son los que valen

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