jueves, 12 de noviembre de 2015

En blanco.

No quiero escribir nada, odio estar aquí sin querer estarlo y sin de verdad estar aquí. Opino que las palabras repetidas continuamente son bonitas. Repetir palabras está bien, yo repito palabras con voz grave y no me refiero a mi voz, me refiero a la voz de la persona que me dice qué hacer. Camino en unos zapatos fríos, que me quedan bastante grandes; esto me hace sentir como un adorable monstruo de cuerpo pequeño pero con unos grandes pies temidos por cualquier insecto. 

He jugado con otros niños, los molesto, los hago reír y los hago sonreír, pero ¿qué sentido tiene convivir con ellos y yo tener que sacrificar mis sonrisas para que ellos las tengan? Como una madre cuando sacrifica la comida que ella tanto desea y necesita, para dársela a su hijo, para que él mate su antojo y tenga una sonrisa enorme y bella. Vi una escena en la que alguien parecido a mí, miraba fijamente a su hermano desde su asiento; él (o yo) imaginaba el rostro de su hermano tras el respaldo de su asiento donde se coloca la cabeza, imaginaba que aplastaba sus ojos hasta que explotaban, que introducía mi mano izquierda en su boca para después desprender su quijada con todas mis fuerzas y arrojarla a la playa o también que cortaba su garganta de manera horizontal para que su hermano perdiera toda su sangre y manchara su propia mano con su sangre como un impulso de sobrevivencia.

Unos segundos más tarde de mis pensamientos sádicos, seguía cantando las letras de metáforas, adoración y prostitución, pero no salía ninguna palabra del hemisferio izquierdo de su cerebro.


No entiendo nada de lo que estoy escribiendo y tampoco sé por qué estoy escribiendo todo esto, siento que algo está empujando mi mano o que mi mano no es mía o…no, no puedo saber con certeza qué me está pasando. La tinta se plasma en la hoja y la puedo ver pero yo no puedo ordenar las letras en los cuadros minúsculos de la misma. Alguien podría estar leyendo esto ahora mismo en un escritorio con propósito de juzgar o en la comodidad de su hogar con ropa que mantenga su cuerpo caliente, alimentándose con placeres y ejercitando sus dedos por un lado de su cuerpo.                                     ¿Por qué lo quise matar ≥ jugar con su cuerpo?

Letras por fin permitirán que yo duerma esta noche porque la oscuridad no tiene motivación de existir en mi habitación. Copio letras pero las uso en otro idioma.

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